martes, 26 de abril de 2016

La lluvia en Madrid es como un cubo de agua...

¿Sabeis que es lo mejor de vivir en Madrid? Que vives en el centro de todo, todo esta cerca y siempre hay algo nuevo por ver. En primer lugar hay más centros comerciales que personas, en cada esquina, en cada carretera, en cada “pueblo" hay un centro comercial, pero hay algo que me inquieta... ¡Todos están siempre llenos de gente! ¿Como es posible?
Pero bueno, a lo que iba, lo que más me gusta de vivir aquí es las posibilidades que tengo de ver sitios nuevos. El fin de semana pasado fuimos a Toledo. ¡Que sitio, que ciudad! Tiene la magia de transportarte a otra época... Te ves con un traje largo con cancán y los tirabuzones en el pelo andado por esas callejuelas. Como podréis imaginar desde Cádiz es imposible venir a Toledo a echar el día y volver. También fuimos un fin de semana a Salamanca. Madre mía que frío más grande pasamos. Pero una gran ciudad también. Muy bonita, muy barata y con mucho ambiente. Totalmente recomendable. Nuestras siguientes paradas son Ávila y Segovia (ya os iré contando).
También esta todo lo que puedes ver en el propio Madrid. La “catedral de Justo" en Mejorada, ir de tapas a Alcalá de Henares, de turisteo por el retiro, un musical en Gran Vía, un partido en el Bernabeu, un café en una de las miles de terrazas del cielo de Madrid, una vueltecita por el cerro de los ángeles... En conclusión, que siempre hay un plan alternativo que se adapta a todos los bolsillos.
Ya os iré contando más que en dos semanas es la feria de Getafe (no se si el concepto de feria madrileño es el mismo que el de una andaluza, pero yo que me apunto a todo allí estaré).
Hasta la próxima!

viernes, 15 de abril de 2016

Vaya semanita que llevo. Estoy haciendo un curso de formación para trabajar de teleoperadora en banca. Pues terminamos la semana pasada pensando que tendríamos más tiempo de formación porque ha sido todo un poco extraño. Así que imaginaros nuestras caritas al llegar el lunes y decirnos que subíamos a coger llamadas el miércoles y que por supuesto el martes teníamos los dos exámenes correspondientes... Estrés toooootal. Compañeros invitados a irse y cambios cada hora, para terminar subiendo a coger llamadas ¡¡justamente hoy!! Pero bueno... lo pasado, pasado... pelillos a la mar.

Creo que con todo esto que os he contado os habéis podido haceros una idea de mi día de hoy. Que nervios he pasado. Desde no dormir bien en toda la noche, madrugón porque había que entrar antes, los nervios del que espera que entre la primera llamada, ¡¡y que el sistema tenga un error en ese momento!! De verdad que yo creo que desde lejos se veía el nubarrón negro que sobrevolaba nuestras cabezas. Eso a desembocado en que en toda la mañana solo hayamos podido coger una llamada, pero como hay que ser optimista, esto es lo peor que podía pasarnos así que de ahí para arriba.

Pero bueno, ya ha terminado la semana, así que la semana que viene más y mejor. Ya os iré contando.

PD: Ayer fue el primer día que al salir pensé hoy en el metro no corro y no corrí jajaajaja. Me hago mayor.

viernes, 8 de abril de 2016

La vida es aquello que pasa mientras vas en metro...

De verdad que lo de los metros no lo entiendo... Salgo cada día de casa con tiempo, jurándome a mi misma "hoy no corro, por mi madre que no corro..." Pues bien, es llegar a la estación y ¡¡correr como si llegara una hora tarde!! Y eso que viene uno como mucho cada 5 - 7 minutos. ¡Si yo vengo de Cádiz que cualquier autobús tarda 10-15 minutos! ¿Por que corro? En este tema, con mis compis de curro el otro día nos pasó algo muy gracioso. Al entrar en la estación el cartel ponía 3 minutos, y piensas bah! me da tiempo. Cuando aun no has apartado la vista ese 3 se convierte en un 2. Es en ese momento cuando empezamos a correr escaleras abajo gritándonos ¡CORREEEEE! como si de jumanji se tratara. Perdimos a una compi en el camino, ya que para ella la izquierda era distinta a la nuestra, aunque al final las tres pudimos coger el mismo tren sanas y salvas. Eso si... sin respiración ninguna.

Hay muchas cosas que me asombran muchísimo. Creo que la gente que lleva aquí mucho tiempo ya no da importancia pero yo (cual cateta) que llevo aquí poco mas de tres meses aun me sorprendo en muchas ocasiones. Por ejemplo, la gente que duerme en el metro. Yo creo que si yo lo hiciera me pasaría horas dando vueltas hasta que me despertara. Pero hay gente que no, gente con una habilidad oculta. Esas personas con un gen superdotado que hace que pueda dormir profundamente (ayer el chico en cuestión tenía hasta la boca abierta) y que cuando llega a su parada y el metro para, abre los ojos, mira que parada es, se levanta y se va. ¿Como sabes que esa es tu parada? A eso llamo yo optimizar el sueño, si señor.

También te puede pasar que cuando llegue ese tren/metro que tengas que coger venga hasta los mochos. De verdad que no he visto más gente junta y aplastada en mi vida (y mira que los buses en Cádiz en carnavales y las bullas que allí se forman son espectaculares). Sin ir más lejos, el miércoles, Renfe tuvo la gran idea de saltarse un tren ¿que ocurre? Que los que vienen después os podéis imaginar como vienen o mejor dicho, no os lo podéis ni imaginar. Ese día juro que pensé que si entraba alguien mas tendría que ir levantado sobre las cabezas de todos en plan estrella de rock en concierto. Y encima, se abren las puertas en las siguientes paradas, cuando tu ilusamente crees que no cabe nadie mas, y la gente de fuera empuja y empuja hasta que entra. Ese fue el caso de un chico grandote que entro empujando a la gente hasta que se puso al lado mia y levantó su brazo para agarrarse, aunque no se muy bien porque, ya que en ese espacio es imposible caerse, y también un chico superalto que decidió que su sitio en ese tren era justo delante mia. Imaginaos mi imagen de chica de 1,60m detras de dos mastodontes como esos hasta llegar a Atocha.

En fin. Que hasta aquí la historia de hoy. Para la siguiente más y mejor. (K)

martes, 5 de abril de 2016

Primer día del resto de mi vida...

Nunca (y cuando digo nunca quiero decir NUNCA) quise vivir en Madrid. Desde una ciudad como Cádiz, donde a mi parecer es el mejor sitio para vivir si se tiene trabajo; cosa bastante difícil por otro lado, veía la vida de otra manera. Cádiz, una ciudad pequeñita, donde vayas por donde vayas te encuentras a alguien conocido, donde mires hacia donde mires hay mar, donde había vivido toooooda mi vida... de repente quedaba detrás de mi para mudarme nada más y nada menos que al centro de España, concretamente a Getafe (que por cierto desde aquí, el mar, ni de coña).

La vida cambia mucho cuando pasas de vivir en una ciudad que te puedes recorrer a pie en una hora, a vivir en otra donde en metro, vayas donde vayas, tardas mínimo una hora... Concretamente, mi relación con los trenes de Madrid, no ha comenzado con muy buen pie. En mi primera semana de trabajo, donde tengo que hacer tres trasbordos para llegar, me ha pasado de todo. Entre arrollamientos, averías, superación del aforo y estampidas por los pasillos me voy acostumbrando a vivir un poco bajo tierra... ¡Con lo fácil que era montarse en la linea dos de bus en Cádiz! Eso sí, aquí son mucho más rápidos, que como decía un amigo mio, el dos solo pasa una vez en la vida. Pero entendedeme... vengo de un sitio donde solo existen cinco lineas de bus.

En fin, que después de esta semana de locos, me he creado este blog para poder compartir lo que me va sucediendo día a día, lo que me sorprende o me encanta u odie de vivir aquí y por supuesto todas las anécdotas que me van pasando, porque aquí ningún día es como el anterior.

Y con esto se despide, una gaditana en Madrid.