martes, 5 de abril de 2016

Primer día del resto de mi vida...

Nunca (y cuando digo nunca quiero decir NUNCA) quise vivir en Madrid. Desde una ciudad como Cádiz, donde a mi parecer es el mejor sitio para vivir si se tiene trabajo; cosa bastante difícil por otro lado, veía la vida de otra manera. Cádiz, una ciudad pequeñita, donde vayas por donde vayas te encuentras a alguien conocido, donde mires hacia donde mires hay mar, donde había vivido toooooda mi vida... de repente quedaba detrás de mi para mudarme nada más y nada menos que al centro de España, concretamente a Getafe (que por cierto desde aquí, el mar, ni de coña).

La vida cambia mucho cuando pasas de vivir en una ciudad que te puedes recorrer a pie en una hora, a vivir en otra donde en metro, vayas donde vayas, tardas mínimo una hora... Concretamente, mi relación con los trenes de Madrid, no ha comenzado con muy buen pie. En mi primera semana de trabajo, donde tengo que hacer tres trasbordos para llegar, me ha pasado de todo. Entre arrollamientos, averías, superación del aforo y estampidas por los pasillos me voy acostumbrando a vivir un poco bajo tierra... ¡Con lo fácil que era montarse en la linea dos de bus en Cádiz! Eso sí, aquí son mucho más rápidos, que como decía un amigo mio, el dos solo pasa una vez en la vida. Pero entendedeme... vengo de un sitio donde solo existen cinco lineas de bus.

En fin, que después de esta semana de locos, me he creado este blog para poder compartir lo que me va sucediendo día a día, lo que me sorprende o me encanta u odie de vivir aquí y por supuesto todas las anécdotas que me van pasando, porque aquí ningún día es como el anterior.

Y con esto se despide, una gaditana en Madrid.

No hay comentarios:

Publicar un comentario